Atraído por los estudios del hipnotismo, el narrador llamado P... adormeció sin mucho éxito en más de una oportunidad a su amigo Ernst Valdemar, a quien su temperamento nervioso lo convertía en un buen sujeto para experiencias hipnóticas. Intrigado por conocer los efectos del mesmerismo en un moribundo, P... le propone a Valdemar, quien sufría de tuberculosis, realizar el experimento. Cuando llegan las últimas horas de vida de Valdemar, el protagonista junto con la ayuda de los doctores y su ayudante, proceden a hipnotizar al enfermo. Este cuento es uno de los mas inquietantes del autor donde el suspenso permanece hasta el final, ahondando el trance entre la vida y la muerte.-