El defensor de Gerona es un poema largo, lírico y épico al mismo tiempo, donde Fernández Shaw pinta el paisaje de los Pirineos como marco en plena sintonía con un viajero solitario que divisa sus cumbres. Un hombre de rostro triste, cansado pero decidido a mantener el paso, vestido con ropas militares trajinadas de mil batallas por Europa. La acción luego se traslada a la ciudad misma como personaje, en los tiempos donde se encontraba sitiada por las tropas francesas. Se mueve por último al momento en que el protagonista se convierte en mártir de su causa.Como se habrá adivinado, el poema se aboca a celebrar la figura de Mariano Álvaro de Castro, líder durante la lucha de siete meses por mantener por fuera del control napoleónico a Gerona.-