La práctica del fútbol requiere una gran preparación física y entrenamiento para poder responder a la gran exigencia de movimientos combinados y realizados casi siempre a gran velocidad: movimientos multidireccionales que incluyen carrera explosiva, marcha atrás, recortes, disparos y saltos, con y sin carrera, que someten a la extremidad inferior, en cada movimiento que ejecuta, a grandes tensiones en su estructura, predisponiéndolo al riesgo de lesión [51]. Los profesionales especialistas (preparadores físicos, médicos deportivos, podólogos, fisioterapeutas, etc.) deben conocer, prevenir y tratar las numerosas y posibles lesiones en distintas categorías de edad, tanto profesionales como aficionados.