El período constitucional del Perú propiamente dicho se inicia cuando el general San Martín proclamó la independencia del Perú, en la Plaza de Armas de Lima, el 28 de julio de 1821.
El 8 de octubre de 1821, San Martín aprueba el Estatuto Provisional, que es con propiedad un estatuto de los derechos de las personas y de la estructura del poder. Quiso de esta manera plasmar un gran marco de acción del gobierno, mientras parte del territorio seguía ocupado por fuerzas españolas (en especial en la sierra) y esperar la reunión de un Congreso, que tomase las decisiones del caso.
Posteriormente, tras la reunión del Soberano Congreso y mientras se hacía el debate constitucional, se aprobaron las Bases de la constitución en 1822, que en realidad no eran una constitución, sino los principios sobre los cuales se aprobaría la futura Constitución de 1823. A ésta siguió la de 1826, preparada por Bolívar, y luego las de 1828, 1834 y 1839. Con posterioridad, se sancionaron las de 1856, 1860, 1867 (de duración fugaz, pues solo se aplicó durante se meses, tras lo cual se restableció la Carta de 1860). En 1920 y 1933 se aprobaron nuevas Constituciones hasta llegar a la Constitución del Perú, vigente desde 1979.