El destino del mundo se dirime en Iberia, los romanos y los cartagineses pugnan por el control del Mediterráneo. Pero el Imperio es insaciable y necesita el dominio de la península, Aro el guerrero lobo, acaudillará a los vacceos para oponerse a las todopoderosas legiones romanas. Año 210 a. C. Aro mira al futuro con optimismo: la cosecha vuelve a ser abundante por primera vez en mucho tiempo, sus rebaños son cada vez más grandes y su esposa Coriaca está a punto de parir a su primer hijo. Pero pronto reciben noticias preocupantes: los romanos, en su guerra contra los cartagineses, han desembarcado en la tierra de los ilergetas. Aro presiente que el bando vencedor no volverá a su país. Y teme que, al contrario, quieran conquistar toda la tierra que tienen por delante.
Sus presagios se cumplen cuando Roma vence a Cartago y decide adueñarse de Hispania. Pasarán años antes de que se acerquen al territorio vacceo, pero finalmente los carpetanos, que viven al sur de los vacceos, les piden ayuda para defenderse de las legiones de Roma.
La ambición de Coriaca, un regalo de su hermano Docio y los sueños proféticos de un anciano druida obligarán a Aro a ponerse al frente de los vacceos y acudir a la llamada de Hilerno, rey de los carpetanos. ¿Cumplirá Aro la profecía de los druidas y salvará a su pueblo?