Sólo los grandes escritores son capaces de transportar al lector, sin distorsión ni discrepancia alguna, a otro espacio y a otro tiempo. Desde Toledo a Arromanches, la costa de los acantilados, hasta llegar a la bella y deseada Florencia, en los años convulsos en los que los Camisas Negras siembran el terror fascista. Y esto, Antonio Mata lo ha ejecutado con absoluta maestría. Tanta, y de manera tan convincente, que podrás tocar con tus dedos la fría piel del David de Buonarroti, al tiempo que verás reflejada tu propia figura en las aguas del Arno, mientras por encima resuenan aún los pasos de Brunelleschi en el Ponte Vecchio. Baccanale en italiano, es una bacanal de placeres, para los sentidos y para la mente; la bacanal del amor, el arte y los odios una bacanal de anhelos y miedos a la que nos arrastra el protagonista hasta helarnos la respiración. Una bacanal en la que todos los deseos pueden hacerse realidad hasta los más lacerantes.