Uno de esos libros que marcan para siempre a los lectores que se adentran en él, jóvenes y no tan jóvenes. Ilya, un joven que lleva una vida rutinaria en una aldea del centro de Europa, es mordido por un vampiro. Su aparente transformación hará cambiar la vida a su alrededor, pero también el modo en que él mismo contempla la vida. Una lúcida reflexión sobre la identidad contada con un sentido del humor que nos hará sonreír con un colmillo.-